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TENÍAN CONFLICTOS EN EL MATRIMONIO PERO LOGRARON SUPERARLOS


Sergio y Valeria llegaron a la terapia del amor con su matrimonio en crisis. «Durante diez años fui muy feliz, pero después fue decayendo. Me escribió una persona en las redes sociales y se destruyó todo lo lindo que teníamos en nuestra relación», recuerda ella. «Nos separamos y estuvimos a punto de firmar el divorcio. A raíz de esa situación, tuve muchas enfermedades como anorexia, bulimia, depresión y esquizofrenia. Hasta intenté quitarme la vida», agrega.


Su esposo, en tanto, señala: «Fue una situación muy difícil, fue una infelicidad grande. Me sentí decepcionado, mal, triste, incluso llegué a levantarle la mano cuando me enteré de lo que sucedió. Era mi amor, mi todo. Cuando sufrí esa decepción, me encontré en el fondo del pozo. No sabía qué hacer. Fue difícil. En el trabajo no podía cumplir con mis responsabilidades porque estaba pensando en otra cosa».


Valeria señala que «sentía mucha vergüenza» y agrega: «No fue fácil el proceso de reconstrucción del matrimonio porque primero tuve que resolver mi interior. Tenía muchos traumas del pasado y pensaba que nunca más se iba a reconstruir mi familia». En esa situación llegaron a la Terapia del Amor. «Seguí luchando por la relación y perseveré en las reuniones. Gracias al amor que Jesús nos dio para que sigamos juntos, logramos salir adelante», relata Sergio. Por último, Valeria resalta: «Dios hizo nuevas todas las cosas. Pude perdonar y dejar atrás los perjuicios. Todo lo malo quedó atrás. Ya no hay complejos ni traumas, pero primero tuve que curar mi interior. Fue un proceso que llevó tiempo, pero valió la pena participar cada jueves. Hoy estamos felices, vivimos como si estuviéramos de novios».

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