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NO SE AFERRE A ESTE MUNDO



Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” Filipenses 2:5-6


Aferrarse quiere decir agarrarse a algo con todas las fuerzas. Y eso es exactamente lo que sucede en los días de hoy con aquellos que son hijos de Dios, viven aferrados a Él, sin embargo, el Señor Jesús tuvo que desprenderse del Padre, dejó de ser Dios para volverse un hombre común. En cambio, el ser humano debe dejar de ser un hombre común, pecador y normal, para ser hijo de Dios, pues muchos no son bautizados con el Espíritu Santo porque aún están aferrados al mundo. «sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.


Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla…para gloria de Dios Padre”. Fp. 2: 7-9, 11


El nombre del Señor Jesús está por encima de todo, y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor y que solo Él merece ser adorado, porque nos libró de la muerte.

Puede ser que usted no crea más en sí mismo, que se sienta indigno y excluido, como si fuera un cero a la izquierda, sin embargo, es justamente a este tipo de personas, que el Señor Jesús escoge para que glorifiquen Su nombre y, a cambio, Él hace lo que nadie en este mundo hizo por ellas. Él les da la oportunidad de una nueva vida.


Aquellos que reconocen a Jesús como Señor de sus vidas, no temen a nada de lo que acontece en este mundo, porque fueron advertidos por la Palabra de Dios y aprendieron que lo único que deben hacer es aferrarse a Jesús hasta que Él vuelva.

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