"sufría con depresión, tomaba medicamentos, iba a psiquiatras pero nada cambiaba, empeoraba cada día más..."
- Diario El Universal
- 4 nov
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Mi nombre es Elia, y antes de comenzar a participar en la Universal, estuve pasando por un momento muy difícil, me habían diagnosticado con depresión hace años, pero el año pasado fue en donde llegué al fondo del pozo, como si me hundiera sin poder salir.
Estaba en tratamientos, iba al psiquiatra, tomaba medicamentos, pero nada pasaba ni cambiaba, al contrario, empeoraba cada día más, solo quería estar en cama sin pararme, no tenía ánimos de nada, no le veía sentido a la vida.
Hasta que un día iba por el centro de Santiago, caminaba sin rumbo, con la cabeza llena de pensamientos negativos, pensando: "dónde me puedo tirar, a alguna micro o en el metro". Estaba decidida a hacerlo porque no aguantaba mas seguir con ese sufrimiento y con el dolor que sentía en mi alma.
Pero algo hizo que sin querer llegue a la entrada de la Iglesia Universal. Ese día me recibieron, me escucharon, tuve una contención que no la había tenido en otro lugar. Y así empecé a asistir, comencé a tener paz, tranquilidad, perseverando por mí, y encontré la solución en el Dios Vivo, he tenido muchos cambios en mi vida, comencé a dormir bien, ya no tengo que tomar más medicamentos para sentirme bien durante solo un tiempo, tengo ganas de vivir y seguir adelante, no tengo esas ansias de quedarme todo el día en cama, sin querer hacer nada por la tristeza, al contrario, tengo ánimos, la depresión desapareció completamente.
Hoy puedo decir que salí de ese fondo del pozo, no tengo pensamientos negativos, ni ese cansancio de la vida que parecía no tener fin, encontré un lugar en donde tuve la solución, era la última puerta que tocaba para encontrar una salida, y la encontré, Dios ha hecho un milagro en mi vida.
Recomiendo a todas las personas que estan pasando por la misma situación que yo pasé, que sufren de depresión, angustia, tristeza, y sienten que no pueden más, a que asistan a la Iglesia, porque Dios puede hacer lo mismo en sus vidas, hay una salida, una solución a los problemas, porque problemas que no conseguí resolver en años, en un mes y medio he tenido la respuesta que le he pedido a Dios, vale totalmente la pena.









