Era esclava de las enfermedades y de problemas financieros. Mis primeros trabajos fueron en limpieza de casas, me esforzaba por hacer lo mejor, tenía que resistir, pero aún trabajando demasiado no lograba salir adelante. Tenía muchas deudasy no sabía qué más hacer con tantos conflictos que estaba teniendo, ya que emigré con el sueño de salir adelante.
No aceptaba que mi vida fuera así, ya que siempre vivía con muchas limitaciones y sin ningún progreso, no tenía nada propio y esto me indignaba, quería que mis esfuerzos dieran resultado, pero no sabía cómo.
Un día, recibí una invitación para asistir a la Universal y desde el primer día empecé a sentirme muy bien, por lo que tomé la decisión de continuar. Conforme iba participando en las reuniones, aprendí usar la fe y pasé a ver resultados que tanto anhelaba.
Dios me respondió y abrí mi negocio propio y he logrado comprar la casa de mis sueños.
Aquí en la Universal, he descubierto que cuando uno se lanza para hacer una Prueba con Dios, lo imposible se convierte en posible. Lo digo porque ahora tengo una vida próspera y abundante, una vida que nunca antes había soñado tener. Todo esto fue y es posible porque aprendí a obedecer a la voz de Dios.
Claudette Sebben.