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“FUI MALDECIDA, Y ME DIJERON QUE IRÍA A MORIR SOLA Y SIN HIJOS”



  • Solange Gómez

 

Yo nací en una familia bien constituida económicamente, pero a pesar de no tener una situación económica precaria mis padres discutían constantemente y yo era testigo de la falta de afecto amoroso por parte de ellos, dormían en piezas diferentes, por lo tanto crecí con esa marca de ver a mis padres así creyendo que era normal que entre ellos ocurriera eso, se separaron y mi padre sufrió un accidente en donde falleció, a raíz de eso me dio una fuerte depresión. Después de todo eso comencé a estudiar en la Universidad aún teniendo depresión, comencé a buscar en relaciones amorosas para llenar el vacío que tenía, estaba en una relación sentimental muy dañina, yo trataba muy mal a mi pareja, lo golpeaba, lo insultaba, no demostraba amor por él. Tenía una enfermedad en la que no podía menstruar regularmente como cualquier mujer por lo tanto, tenía pensamientos de desprecio hacia mí misma diciéndome que nunca iba a tener una familia e hijos, empecé a tener el vicio del cigarro, bebía mucho porque así me sentía bien y me refugiaba en esos vicios para no tener que sentir angustia ni tristeza, tenía un carácter orgulloso, prepotente, era grosera, una persona muy acomplejada.


Intenté buscar de ayuda en brujos, busqué la santería, leía las cartas, para ver si mi situación mejoraba, pero nunca la encontré, me sentía peor a medida que pasaba cada día, una vez en una de las consultas que hice con una bruja, ella me maldijo diciéndome “tu te vas a morir sin hijos, soltera y sola” , fue ahí que todo empeoró aún más y quise buscar ayuda. Conocí la Universal por la transformación de vida de mi madre, ella me invitaba siempre pero yo renegaba, hasta que un día decidí ir, me sentí muy bien el primer día que llegué, entonces comencé a hacer las cadenas, fui orientada para saber que hacer para tener un cambio de vida. Me bauticé en las aguas, dejé los vicios, el mal carácter, cosas que a Dios no le agradaban de mi, busqué el Espíritu Santo con todas mis fuerzas y fue así como lo recibí. Hoy mi vida está completamente restaurada, soy una mujer renovada, soy feliz, económicamente estoy bien, Dios me dio tres hijos, me casé con mi pareja, ahora ya no hay maltratos sino todo lo contrario, estamos felices y Él nos ha bendecido en gran manera.



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