Tenía una vida destruida en la parte familiar, anhelaba tener una familia, una casa, vivir con mi mamá, pero no lo tuve.
Cargaba mucho dolor porque vivía en un hogar de menores y estuve alejada de mi familia. No tenía apoyo de mamá o papá, no contaba con nadie.
Espiritualmente era atormentada, frecuentemente tenía pesadillas, sentía mucho miedo y no tenía nadie a quien recurrir.
Y físicamente también estaba mal, tenía quistes en los ovarios.
Era prácticamente una niña, pero no me resignaba al dolor, buscando una salida fui a brujos, acudí a una secta budista, intenté aferrarme a una religión buscando la salida para todo el sufrimiento que pasaba.
Mi mamá tenía cáncer en el útero, la habían operado, pero no quedó bien y tenía el vicio del cigarro por más de 20 años. Ella conoció la Universal y a través de su fe fue curada, fue libre del vicio del cigarro, su vida fue transformada, logró su departamento propio. Mi mamá me habló que había conocido a Dios, me contó todo lo que Dios estaba haciendo por ella y me invitó a la Iglesia Universal.
Participando y obedeciendo la Palabra de Dios todo cambió para mi, Dios me sanó de los quistes y me liberó de todo tormento.
Siempre soñé con tener una familia y hoy tengo un matrimonio bendecido, en lo económico tenemos casas, autos, viajo mucho y lo más importante tengo a Dios, el Espíritu Santo me ha dado la paz que nunca tuve.
Desde que fui bautizada con el Espíritu Santo yo recibí la verdadera alegría.
Miriam