
Aparentaba ser feliz, pero en realidad era profundamente triste
“No tenía vida en mí, aparentaba ser una persona normal, estudiaba mucho, para ser una estudiante destacada pero al mismo tiempo las distracciones del mundo me llevaban a hacer mal las cosas y dejar de lado mis estudios.
En casa no había paz porque por dentro era vacía y cualquier cosa para mi era el “fin del mundo”, agrandaba cada problema y esto sólo empeoraba mi estado interior.
Estaba involucrada en una relación que me afectaba y no me dejaba avanzar como persona ni en mi carácter. Y ya no creía en el amor.
Ante la simple pregunta “¿Cómo estás?” Respondía “bien” pero, me venían a la mente todos los problemas que tenía.
Con sólo 17 años cargaba la duda del “¿por qué?” de mi vida ser así, era muy infeliz, triste y sólo tenía placeres temporales.
Alguien me invitó e insistió hasta que me acerqué y participando mi vida cambió radicalmente. Al inicio era todo nuevo, algo irreal y pasé a tener una alegría verdadera.
Creyeron en mi, me ayudaron y no me dejaron sola. Soy muy agradecida de hacer parte de esta familia porque nunca pensé que podría ser tan feliz como ahora.
Fui muy privilegiada por Dios en mi vida sentimental con una persona maravillosa a mi lado. Estamos casados, felices y prontamente cumpliremos un año de matrimonio.
Puedo afirmar que hoy soy feliz de verdad y ya no soy acomplejada. Todo esto gracias al Autor del Amor que he encontrado en la Iglesia Universal”. Emelly.