A causa que me encontraba sumergida en la depresión y sufría de una enfermedad, terminé teniendo serios problemas financieros, al punto de no tener dinero para comer. En la situación que me encontraba, no lograba ver una solución. Incluso, parecía que todo intento era en vano y que las cosas solamente iban empeorando.
En medio de esta situación, llegué a ver la programación de la Universal en la televisión. Tomé la decisión de ir a participar de los servicios de fe. Desde el primer día, pude notar algo diferente en mi vida. Esto me dio la fuerza para luchar por una transformación. Fue de esta manera que logré vencer la depresión y la enfermedad que tenía. Incluso, económicamente, las puertas que estaban cerradas fueron abriéndose en mi vida.
Hoy, gracias a Dios, tengo una vida prospera y bendecida. He logrado conquistar mi propia casa y carros. Mi vida económica está bendecida y tengo las condiciones de comer de los mejor. A través de la fe en Dios, logré vencer los problemas que me estaban hundiendo y obtuve una vida prospera y bendecida.