Mis problemas comenzaron cuando sentí un fuerte dolor en el estómago, al consultar un doctor y después de un ultrasonido me dicen que tenía un tumor, no sentía nada, simplemente ya no se presentó mi menstruación y después de ir a ver varios médicos fui a hacerme el último examen y resulta que estaba embarazada, que tenía anemia y un soplo cardiaco y por los medicamentos que usé mi bebé iba a salir mal, prematuro y con problemas.
Me sentía culpable por no haber tenido los cuidados, porque no fui responsable o sea me sentí una persona inútil. Tenía mucho miedo.
Cuando llegué a la Universal me dieron el Aceite Consagrado y me lo puse en el vientre.
Por medio de mi fe en Dios y usando el Aceite mi hija nació sana, es una niña normal, es muy traviesa.
Estamos totalmente sanas yo ya no tengo anemia, ni el soplo en el corazón. Estoy totalmente curada.
Mi hija es muy feliz y muy sana.
Vale la pena usar el Aceite Consagrado porque tu fe te cura totalmente.
Guadalupe Robles