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"LO MALO QUE HABÍA PASADO EN EL MATRIMONIO DE MIS PADRES COMENZÓ A PASAR EN EL MÍO"


 

Jessica: “Yo tenía problemas en mi vida sentimental. No lo sabía, pero había sido víctima de maldiciones hereditarias. Mis padres habían fracasado en su matrimonio y mi mamá, antes de casarse, fue madre soltera. Y así fue, cuando tuve quince años, quedé embarazada de mi primera hija. A los diecisiete tuve a mi segunda hija. Me casé y todo fue peor. Yo era muy joven, tenía dieciocho años y no encontraba trabajo. Solo trabajaba mi esposo y no lográbamos salir adelante. Había in-fidelidades, vicios y yo era una persona muy nerviosa. Lo malo que había pasado en el matrimonio de mis padres comenzó a pasar en el mío. Además, como yo había visto que mi mama trataba muy mal a mi papá, yo hacía lo mismo. Fue así como ese matrimonio llegó a su fin. Empecé a vivir sola, de casa en casa, pidiendo ayuda, sin trabajo y sin tener para comer. Cuando llegué a la iglesia, descubrí que todo era consecuencia de una maldición hereditaria. Empecé a participar de la Terapia del Amor porque quería sanar mis heridas y tener una vida diferente. No quería ser la misma mujer que la del primer matrimonio. Quería ser una mejor persona. El cambio no fue de un día para el otro, pero puse en práctica lo que aprendí y fue en la Terapia del Amor donde conocí a quien hoy es mi esposo. Me casé, mis hijas también se casaron y tienen un matrimonio diferente al que viví yo y al que vivieron mis padres y mis abuelos. Cuando nosotros creemos y ponemos nuestra parte, la maldición se va”.

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