
“Estaba enferma del hígado, era más grande de lo normal y tenía problemas de circulación, se me inflamaban las pantorrillas y los pies.
Durante muchos años sufrí con depresión, me costaba relacionarme con mi mamá. No tenía confianza en mí, no tenía metas ni sueños.
Muchas veces tuve pensamientos sobre qué podría haber hecho para acabar con mi vida, gracias a Dios nunca los concreté.
Para evadir la depresión, empecé a fumar y se convirtió en un vicio.
Siempre tenía esa sensación de vacío y tristeza.
Mi mamá vio el programa en la televisión y me invitó a participar en las reuniones.
Después de la primera reunión ya me sentí bien y noté una diferencia en mi estado de ánimo.
Perseverando y obedeciendo la Palabra de Dios mi vida cambió completamente,Dios me sanó de los problemas en el hígado y al poner mi fe y confianza en Dios vencí la depresión que tanto tiempo me hizo sufrir.
Escuché del Espíritu Santo y cuando lo recibí, obtuve una paz inimaginable, una fuerza que viene de Dios y muchos sueños por cumplir.
¡Dios honra la fe!” · Ariana