Teniendo un título profesional y ejerciendo medicina pasé por uno de los momentos más dolorosos como padre de familia.
Fui marcado, por la tristeza, la frustración y la angustia.
Tenía una clínica en el centro de Santiago. Entré en una sociedad, pensando que sería para mi bien y al final esa sociedad me trajo problemas y todo empeoró.
Fui al supermercado para llevar las cosas necesarias para que mi familia pasara las fiestas de fin de año.
Al pasar mi tarjeta bancaria, esta estaba sobregirada y tuve que devolver un pollo asado que llevaba para mi esposa e hija.
Debía alrededor de 3o millones de pesos, era difícil intentar dormir sabiendo que debía este dinero, hasta el sueño era pobre.
Había discusiones, mi esposa decía que yo no buscaba trabajo.
Teníamos sólo para las necesidades básicas, a veces, había para el almuerzo, pero no para la once.
Después de conocer el Congreso para el Éxito, todo cambió, económicamente, anímicamente y mi familia fue muy bendecida.
En la actualidad hay tranquilidad, paz y armonía.
La deuda desapareció.
Dios nos bendijo y tuve más y mejor empleo, mejor capacitación, mi atención fue siendo excelente a los pacientes.
Ya había más ingreso y empecé a salir de las deudas.
Salí de DICOM.
Hoy tengo mi casa, mi auto. Mi esposa tiene un local comercial, ella tiene un local de estética.
Hoy tenemos estabilidad económica.
Nuestra hija es psicóloga y trabaja bien.
Mi vida es la prueba que uno puede superarse.
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