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A pesar de ser profesional, mi economía estaba estancada

El sueldo que yo obtenía no me era suficiente para cubrir todas las necesidades de mi economía y la de mis tres hijos. A causa de estas carencias me fui involucrando en deudas, al llegar a mi casa cada día ya había personas esperando para cobrarme. Era una situación que me avergonzaba, por todo lo que estaba pasando aun siendo profesional, solo me dejaba una gran frustración.

Me frustraba no poder salir del abismo de las deudas, tenía mucho coraje con la situación y conmigo misma porque a pesar de que me sentía capaz, no tenía avance económico.

Cuando llegué a la Universal, escuché hablar de la fidelidad con Dios, y que debíamos probar a Dios para que ÉL nos abra la ventana hacia los cielos.

Tomé la decisión de ser una diezmista para ver si así obtenía una respuesta positiva para mi vida económica y logré obtener una respuesta. Fui llamada de dos empresas para ser representante legal de las mismas. Gracias a esto mi situación económica fue cambiando, e incluso yo prestaba mis servicios para una institución muy prestigiosa y ahí mismo obtuve una plaza mejor remunerada y pude empezar a solventar mis deudas.

Continúe siéndole fiel a mi Dios, seguí perseverando en mi fe y solamente así fue como Dios me ha abierto las puertas y ha derramado sus bendiciones. Hoy en día ya no sufro de carencias y no debemos nada. Durante la pandemia era tiempo de realizar mis trámites de jubilación y Dios abrió las puertas para que pudiera realizar todos mis trámites administrativos y recibir mi liquidación completa. A través de mi fidelidad he logrado grandes conquistas, ya no tenemos carencias algunas.

Teresa Hermenegildo.

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